La mayor concentración de polen de esta estación y la presencia de ácaros en los ambientes sensibilizan a los pacientes. Una guía para tener en cuenta
En la Argentina, una de cada cinco personas es alérgica. Su calidad de vida se ve muy afectada por esta condición y es muy importante tener en cuenta algunos aspectos relacionados con la vida cotidiana.
En esta época en particular como es la primavera, cuando ocurre la polinización de los árboles, se sugiere seguir estas recomendaciones:
1- Realizar caminatas o actividad física con el uso obligatorio de tapaboca o tapanariz
2 – Evitar realizar estas actividades en las horas de mayor concentración de polen: a la mañana temprano y a la tardecita
3 – Vigilar la ventilación de los ambientes, imprescindible en este contexto de pandemia, y recordar que los pólenes son livianos, que pueden ingresar a las habitaciones y desencadenar crisis de alergia
4 – En caso de que el dormitorio esté cerca de los árboles durante el período de polinización, se sugiere, de ser posible, mudarlo a otro ambiente
Otro factor para tener en cuenta es la presencia de ácaros. Son pequeños artrópodos que viven en las alfombras, colchones, almohadas, frazadas, bibliotecas, y en todos aquellos lugares donde pueda acumularse el polvo. Los ácaros son los principales responsables del desencadenamiento de las alergias en las personas susceptibles.
La presencia de 10 ácaros en 1 gramo de polvo es suficiente para que el paciente se sensibilice, ya con 100 ácaros en 1 gramo de polvo se desencadena una crisis alérgica.
Pero puede haber hasta 2000 ácaros en 1 gramo de polvo y sus heces son los principales alérgenos, pues al secarse se convierten en un polvo muy fino, que con las pisadas se suspenden en el aire y, al ser respiradas, causan las reacciones alérgicas.
5 – Evitar todo elemento que pueda provocar sintomatología es lo ideal, y justamente, es en el dormitorio donde se pasan varias horas al día. Por eso, la clave está en el dormitorio.
El calor y la humedad generados al dormir y las escamas que se desprenden del cuerpo convierten la cama en un lugar idóneo para el desarrollo y reproducción de los ácaros.
Mientras dormimos, cada vez que nos movemos, los deshechos de los ácaros se remueven. Por eso, en las personas alérgicas, los síntomas pueden empeorar durante la noche.
6 – Evitar las superficies con relieve o huecos que pueden acumular polvo y optar por superficies lisas, como pisos flotantes, entre otros, que sean fáciles de limpiar, usar pocos adornos de decoración y evitar las bibliotecas en el dormitorio.
Los peluches también deben ser retirados o guardados en cajones o gabinetes cerrados o en bolsas herméticamente cerradas.
En el caso de los niños muy pequeños, se pueden dejar uno o dos, que se lavarán de manera periódica con agua caliente y se dejarán secar al sol. Otra alternativa puede ser dejarlos en el congelador durante algunas horas.
7 – Priorizar las fibras de algodón y hacer lavados periódicos de la blanquería y ropa de cama
Si hablamos específicamente acerca del uso de mantas o acolchados, lo ideal es que sean de fibra o de algodón. Se deben lavar cada seis meses, aproximadamente.
La primera medida que se debe tomar es utilizar fundas antiácaros para el colchón y la ropa de cama, y es aún más conveniente sustituir las mantas por un edredón que pueda enfundarse.
La ropa de cama debe preferirse de algodón al 100% y, en lo posible, sin blanquear y sin tratamientos químicos, ya que esto disminuye la sudoración y, por lo tanto, aumenta la irritación en la piel. Se debe lavar una vez por semana a temperatura de aproximadamente 60 °C; aquí también es válida la alternativa de congelarla durante unas horas.
En el caso de las almohadas, edredones o mantas, se recomienda lavarlos cada seis meses.
El algodón es considerado la fibra más utilizada en el mundo, por ser fresco, absorbente y cómodo. Es una tela que “respira”, una fibra natural que no contiene productos químicos, lavable fácilmente con secado rápido y el aire circula entre las capas. Su desventaja es que se trata de una fibra que se encoge y se arruga con mucha facilidad.
En cambio, el poliéster es una fibra artificial, producida por el hombre, producto de la industria del petróleo. Es más económica, fuerte y resistente a la decoloración por el sol, y también resistente a las arrugas. Tiene como desventaja ser una fibra que no respira, y no absorbe la humedad de la piel de la persona.
En ningún caso se recomienda el uso de naftalinas ni productos antipolillas, ya que estas sustancias desprenden productos químicos irritantes que empeorarían el proceso inflamatorio de la persona alérgica.